Sin Refugio

Alondra de mi casa ríete mucho/que es la risa en tus ojos la luz del mundo/Ríete tanto, que mi alma al oírte bata el espacio/Tu risa me hace libre, me pone alas/ Soledades me quita, cárcel me arranca/Boca que vuela, corazón que en tus ojos relampaguea/Es tu risa la espada más victoriosa/ vencedor de las flores y las alondras/ Rival del sol/Porvenir de mis huesos y de mi amor. (Miguel Hernández)

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Lugar: Santiago, Chile

viernes, enero 26, 2007

Humor negro

No sé como explicar esto, porque todavía no entiendo muy bien qué fue lo que pasó. Puede ser que a veces el destino nos tire al random un episodio bizarro y poco probable que luego sirva para anécdota... lo cierto es que ayer por la noche estábamos Marcela, Mauro y yo esperando la micro (me fueron a dejar) en la esquina de Moneda y Bulnes. Todo iba bien hasta que un bus dobló desde Cumming por Moneda:

-Ahí parece que viene la micro -dijo Marcela.
-No, parece un bus, porque tiene la parte de arriba redonda -dije yo mirando la silueta oscura.
-Pero fíjense que no tiene ni letreros -comentó Mauro. Y entonces voy y le respondo:
-A mi no me digas nada, porque lo único que veo es algo negro con dos luces....

Fue así como a mi derecha, aparece un joven "de color" y me grita:

-¡¡Qué me dijiste!!

Es posible que en centroamérica... o Manhattan esta anécdota sea recurrente... ¡¡¡PERO EN CHILE!!! y eso que casi digo "una gueá negra con dos luces", si lo digo me sacan la cresta. En fin, fue inútil tratar de explicarle que yo no era una racista de mierda y que sólo me refería al bus, porque no me creyó.

¿Cómo explicarle que uno en Chile dice cosas como "la cuestión negra", etcétera, porque la probabilidad de ofender a alguien (es decir, de que se te cruce una persona de tez negra por delante JUSTO cuando lo digas) es menor que la de que te caigan dos rayos seguidos encima?. Me hubiera gustado que comprendiera lo absurdamente improbable de la situación. Seguramente se hubiera reído de buena gana... sólo espero que su "estar a la defensiva" no tenga que ver con cómo lo han tratado acá.

Por último, sólo me queda reconocer que mi principal frustración fue no poder hacerle entender de que no soy racista, y por lo mismo me siento culpable, porque él se quedó con la sensación de que una persona que no conocía, a propósito de nada lo ofendió en la calle...